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Los temas más recurrentes en las letras de la Música Celta

La música no deja de ser un vehículo de sueños y emociones que en el caso de la Música Celta está ligado a un determinado imaginario y a una poética concreta que el público espera, no solo en las melodías, también en las letras.

En este blog ya comen­ta­mos cómo la Música Celta se ins­pi­ra en los pre­cep­tos filo­só­fi­cos y artís­ti­cos del Romanticismo que se desa­rro­lló en el siglo XIX como una mani­fes­ta­ción de incon­for­mi­dad ante la indus­tria­li­za­ción y el carác­ter mate­ria­lis­ta del pro­gre­so. Estas ideas que ponen la pasión y la emo­ción por enci­ma de la razón toda­vía per­vi­ven de mane­ra sig­ni­fi­ca­ti­va en las letras de las can­cio­nes de la Música Celta con­tem­po­rá­nea, des­de la vene­ra­ción del mun­do natu­ral a la año­ran­za por lo que se pier­de, pasan­do por la exal­ta­ción de lo mís­ti­co y mági­co o lo rural, por supues­to tam­bién los sen­ti­mien­tos amo­ro­sos y la idea­li­za­ción de épo­cas remotas.

Así hemos agru­pa­do las temá­ti­cas de la siguien­te manera:

Las letras de la música celta

1. Naturaleza y Paisaje

Uno de los temas pro­mi­nen­tes en la Música Celta con­tem­po­rá­nea es la natu­ra­le­za.  El movi­mien­to román­ti­co del XIX se mara­vi­lla­ba ante la belle­za del mun­do natu­ral sin sub­es­ti­mar su poder des­truc­ti­vo. Veían la natu­ra­le­za con reve­ren­cia y temor, como fuen­te de ima­gi­na­ción y cone­xión con la eter­ni­dad, esen­cial para la ins­pi­ra­ción y la dimen­sión espi­ri­tual que daban a la vida. A dife­ren­cia de la visión meca­ni­cis­ta del uni­ver­so, des­de el Romanticismo se adop­tó una pers­pec­ti­va orgá­ni­ca que reco­no­cía la inter­re­la­ción de todas las cosas.

Las letras de la Música Celta actual siguen refle­jan­do la pro­fun­da cone­xión con la natu­ra­le­za evo­can­do su belle­za, pero tam­bién un sen­ti­do de per­te­nen­cia y res­pe­to por la tierra.

Ejemplos:

“Bonny Portmore” es una can­ción tra­di­cio­nal irlan­de­sa que lamen­ta la tala de los anti­guos robles alre­de­dor del cas­ti­llo de Portmore en el siglo XVIII. Interpretada por Loreena McKennitt en su álbum de 1991 The Visit, la bala­da trans­mi­te la tris­te­za por la des­truc­ción del pai­sa­je y refle­xio­na sobre su fra­gi­li­dad ante la explo­ta­ción humana.

“Brittany’s (Ar Bleizi Mor)” del álbum Emerald de Alan Stivell (2009) rin­de home­na­je a la mar, que Stivell con­si­de­ra un víncu­lo entre los pue­blos cel­tas. La letra y la músi­ca evo­can la majes­tuo­si­dad y el poder del atlán­ti­co, así como su impor­tan­cia cul­tu­ral y natu­ral den­tro del interceltismo.

Las letra de “Caledonia” escri­ta por Dougie MacLean en 1977 es una refle­xión melan­có­li­ca y nos­tál­gi­ca sobre la belle­za del pai­sa­je esco­cés y la pro­fun­da unión del com­po­si­tor con su tie­rra natal. Un tema que resal­ta la idea uni­ver­sal de amor por la patria y la nos­tal­gia por el hogar materno.

“The Elements” es una can­ción de Alan Simon. Forma par­te de su espec­tácu­lo “Excalibur: The Celtic Rock Opera” y se publi­có en el álbum Excalibur I: The Legend of the Celts (1998). La can­ción “The Elements” tra­ta sobre los ele­men­tos natu­ra­les: la tie­rra, el aire, el agua, el fue­go… y cómo inter­ac­túan con la vida. 

2. Historia, Leyendas y Mitología

Las his­to­rias de héroes patrió­ti­cos y per­so­na­jes legen­da­rios o de cria­tu­ras fan­tás­ti­cas son carac­te­rís­ti­cas cons­tan­tes en la Música Celta. Las letras incor­po­ran tam­bién ele­men­tos de la mito­lo­gía tra­di­cio­nal de las regio­nes del arco atlán­ti­co euro­peo, como las dei­da­des cel­tas o las cró­ni­cas artúricas.

Esto nos remi­te nue­va­men­te al Romanticismo del XIX, don­de las leyen­das y mitos popu­la­res se con­si­de­ra­ban una expre­sión del autén­ti­co espí­ri­tu y la iden­ti­dad de los pue­blos. Entendían estas narra­ti­vas tra­di­cio­na­les como por­ta­do­ras de la esen­cia cul­tu­ral y la his­to­ria social del terri­to­rio, con­tri­bu­yen­do así a la cons­truc­ción y con­so­li­da­ción de una iden­ti­dad dife­ren­cia­da fren­te a la influen­cia de la moder­ni­dad y la homo­ge­nei­za­ción cul­tu­ral. Una filo­so­fía que sigue en vigor en las letras de la Música Celta.

Ejemplos:

Llobatu (2024) de Héctor Braga des­cri­be uno de esos cuen­tos popu­la­res trans­mi­ti­dos duran­te gene­ra­cio­nes alre­de­dor del fue­go en los hoga­res astu­ria­nos: un niño muy revol­to­so es mal­de­ci­do por su madre; a cau­sa del embru­jo el chi­qui­llo se con­vier­te en lobezno y pasa años deam­bu­lan­do por las mon­ta­ñas has­ta que fina­li­za el hechi­zo y pue­de vol­ver sano y sal­vo a casa.

La can­ción de Carlos Núñez “El Pozo de Aran” del dis­co Mayo Longo (2000) narra la his­to­ria de una madre que sue­ña con un pozo sagra­do capaz de curar a su hijo enfer­mo. El pozo en Aran, evo­can­do las Islas Aran de Irlanda, conec­ta con la tra­di­ción cel­ta de bus­car cura­ción en la natu­ra­le­za y luga­res sacros. 

La ban­da astu­ria­na Llangres can­ta a Deva, la dio­sa cel­ta del agua, de las emo­cio­nes y los sen­ti­mien­tos: “Duerme la dio­sa del agua, duer­me en el río olvi­da­da, dio­sa de la dio­sa blan­ca, dio­sa con tor­ques de pla­ta, en los dól­me­nes sagrados…”

Ejemplo de narra­ti­va his­tó­ri­ca, “The Haughs Of Cromdale” rela­ta la Batalla que se libró en 1690 en las lla­nu­ras de Cromdale, cer­ca del río Spey en Escocia. Una de las muchas libra­das duran­te los levan­ta­mien­tos jaco­bi­tas que bus­ca­ban res­tau­rar la Casa de Estuardo en el trono británico.

3. Identidad Cultural y Política

Las can­cio­nes de la Música Celta tam­bién explo­ran temas de iden­ti­dad cul­tu­ral y orgu­llo por el patri­mo­nio de los pue­blos de for­ma direc­ta, sin sub­ter­fu­gios. Letras que ensal­zan las tra­di­cio­nes o rei­vin­di­can len­guas mino­ri­ta­rias y a veces abor­dan la lucha por la pre­ser­va­ción de estas iden­ti­da­des fren­te a esta­dos cen­tra­lis­tas y un mun­do glo­ba­li­za­do. Nuevamente con­cep­tos que, en este caso, se acer­can a los pos­tu­la­dos del nacio­na­lis­mo romántico.

El Romanticismo deci­mo­nó­ni­co enal­te­cía lo dife­ren­te fren­te a lo común y por eso avi­vó el inte­rés por las len­guas regio­na­les en situa­ción de diglo­sia. La idea román­ti­ca de la liber­tad indi­vi­dual conec­tó con el dere­cho de los pue­blos a auto­go­ber­nar­se y a for­mar­se como esta­dos en base a sus carac­te­rís­ti­cas his­tó­ri­cas y étni­cas dan­do fuer­za a los nacionalismos.

Ejemplos:

“Si deján morir la len­gua, si no hacen por man­te­ner­la, el país no tie­ne futu­ro”. Así comien­za la can­ción “País Silente” de la ban­da astu­ria­na Corquiéu que rei­vin­di­ca para el astu­ria­nu el reco­no­ci­mien­to ofi­cial como len­gua de Asturias, al igual que el cata­lán, el galle­go o el eus­ke­ra lo son en sus res­pec­ti­vas comu­ni­da­des autónomas.

Admitiendo que no habla bre­tón por haber naci­do en Nantes, la letra de “La décou­ver­te ou l’ig­no­ran­ce” de Tri Yann, des­ta­ca que ser bre­tón es más una cues­tión de con­cien­cia y elec­ción per­so­nal que del lugar de naci­mien­to o del idio­ma materno, y que la iden­ti­dad bre­to­na depen­de de que cada gene­ra­ción man­ten­ga viva su heren­cia cultural.

“La Blanche Hermine” es un tema cuya letra enal­te­ce tam­bién la iden­ti­dad bre­to­na y lla­ma a la resis­ten­cia y la uni­dad fren­te a sus posi­bles opre­so­res. A tra­vés de una evo­ca­do­ra letra, el tema se ha con­ver­ti­do en himno de la lucha cul­tu­ral y polí­ti­ca de los bre­to­nes ante el cen­tra­lis­mo francés.

“La Danza” de Dixebra, que aquí pode­mos escu­char en un con­cier­to en vivo, reac­cio­na a las crí­ti­cas de ser el astu­ria­nu una len­gua inven­ta­da (crí­ti­ca recu­rren­te por par­te de quie­nes están en con­tra de su coofi­cia­li­dad). “Dicen que yo te inven­to, len­gua por ni nom­bra­da, como se inven­ta la rosa, rosa nada más en la palabra”.

4. Amores y romances

El amor, tan­to román­ti­co como fami­liar, es un moti­vo que tam­bién apa­re­ce de for­ma recu­rren­te en la Música Celta. Las can­cio­nes sue­len pre­sen­tar estas rela­cio­nes en el con­tex­to de la vida rural y comu­ni­ta­ria, enfa­ti­zan­do valo­res como la leal­tad y una fuer­te cone­xión emo­cio­nal. Se valo­ra el amor y el des­amor como una expe­rien­cia tras­cen­den­tal don­de los sen­ti­mien­tos autén­ti­cos y pro­fun­dos son más impor­tan­tes que las con­ven­cio­nes socia­les. Y todo esto, una vez más, vie­ne inva­ria­ble­men­te del Romanticismo del XIX.

Ejemplos:

“Ailein Duinn” es un lamen­to gaé­li­co que cuen­ta la trá­gi­ca his­to­ria de un mari­ne­ro per­di­do en la mar cuan­do acu­día a casar­se con su ama­da, que llo­ra con gran des­con­sue­lo su pér­di­da. Esta can­ción esco­ce­sa se hizo famo­sa al incluir­se en la ban­da sono­ra de la pelí­cu­la “Rob Roy”

En “The Old Ways” de Loreena McKennitt, la per­so­ni­fi­ca­ción de la per­di­da y olvi­do de las anti­guas cos­tum­bres es ale­go­ri­za­da a tra­vés de un joven del que una chi­ca pro­ta­go­nis­ta esta ena­mo­ra­da, pero ese amor ter­mi­na sien­do impo­si­ble, pues unas fuer­zas divi­nas se lle­van con­si­go al chi­co, que per­te­ne­ce a otro mundo.

La can­ción “Tu Gitana” tra­ta sobre el amor y el des­amor, un tema uni­ver­sal que Luar na Lubre abor­da con sen­si­bi­li­dad. La letra des­cri­be una rela­ción apa­sio­na­da y, al mis­mo tiem­po dolo­ro­sa, mar­ca­da,  como es de espe­rar en la Música Celta, por la inten­si­dad de los sentimientos.

“Siúil a Rún” de Celtic Woman tra­ta sobre una joven que está sepa­ra­da de su ama­do. Su amor ha par­ti­do hacia la gue­rra en Francia y la mujer expre­sa su dolor y tris­te­za por esta par­ti­da desean­do fer­vien­te­men­te que su pare­ja regre­se sano y sal­vo, dis­pues­ta a hacer gran­des sacri­fi­cios como ven­der todas sus joyas o inclu­so sus tie­rras para reu­nir­se con él.

5. Emigración y añoranza

La his­to­ria de emi­gra­ción y exi­lio, espe­cial­men­te en Irlanda y Escocia, ha deja­do una mar­ca pro­fun­da en la Música Celta. Las letras abor­dan las expe­rien­cias de aque­llos que deja­ron su hogar, la nos­tal­gia por la tie­rra natal y las espe­ran­zas y desa­fíos de la vida en el extran­je­ro. En este caso la cone­xión con el Romanticismo vie­ne dada por la valo­ra­ción de las emo­cio­nes y la ima­gi­na­ción como herra­mien­tas para explo­rar la reali­dad done la nos­tal­gia y la año­ran­za es una emo­ción en si misma.

Ejemplos:

La can­ción rela­ta las his­to­rias y expe­rien­cias de los millo­nes de inmi­gran­tes que lle­ga­ron a América a tra­vés de la isla de Ellis en el puer­to de Nueva York entre fina­les del siglo XIX y prin­ci­pios del XX.

Aunque es una can­ción tra­di­cio­nal irlan­de­sa, tam­bién ha sido adop­ta­da en el con­tex­to esco­cés. Narra la expe­rien­cia de los mari­ne­ros que par­ten de Liverpool hacia América, refle­jan­do indi­rec­ta­men­te la emi­gra­ción des­de Escocia.

Interpretada por The Chieftains, la can­ción refle­xio­na sobre la expe­rien­cia de los irlan­de­ses que emi­gra­ron a América en bus­ca de una nue­va vida, evo­can­do la nos­tal­gia por su país de ori­gen recor­dan­do con cari­ño y melan­co­lía la belle­za y sim­pli­ci­dad de la vida en la isla esmeralda.

“Le pays” cuen­ta la his­to­ria de una per­so­na que, por tra­ba­jo, aban­do­nó Bretaña sin tener nin­gún sen­ti­do de per­te­nen­cia ni inte­rés por la cul­tu­ra de su región. Tras un tiem­po vivien­do fue­ra, comien­za a ser cons­cien­te de todo lo que echa de menos y se arre­pien­te de no haber­lo valo­ra­do antes.

En resumen

Como con­clu­sión, la Música Celta actual es un puen­te entre el pasa­do y el pre­sen­te. No solo por­que tie­ne una base impor­tan­te en la músi­ca tra­di­cio­nal de las Naciones Celtas, sino por­que sus letras se basan en las sen­si­bi­li­da­des sur­gi­das del Romanticismo. Es difí­cil encon­trar una letra que no com­bi­ne varios de los pun­tos arri­ba seña­la­dos, can­cio­nes que hablan de amor y lo hacen tam­bién de la natu­ra­le­za o que sien­do la emi­gra­ción el tema prin­ci­pal se des­ta­que la iden­ti­dad cultural.

Otro aspec­to recu­rren­te de las nue­vas com­po­si­cio­nes es un esti­lo narra­ti­vo en las letras que sue­le ale­jar­se de  la con­tem­po­ra­nei­dad y de aspec­tos tec­no­ló­gi­cos para ase­me­jar­se a las can­cio­nes tra­di­cio­na­les (no se habla de apps ni de móvi­les, ni de orde­na­do­res, coches, avio­nes…). Así, los sen­ti­mien­tos, impre­sio­nes, refle­xio­nes o esce­nas se retra­tan pro­cu­ran­do no men­cio­nar coches, telé­fo­nos móvi­les, apps, compu­tado­ras, avio­nes, cen­tros comer­cia­les o avan­ces cien­tí­fi­cos por citar ejem­plos, de tal for­ma que las expre­sio­nes son atem­po­ra­les pudien­do enca­jar en el ima­gi­na­rio de cual­quier épo­ca pretérita.

Esta cla­si­fi­ca­ción que hace­mos, for­ma par­te sus­tan­cial del carác­ter dis­tin­ti­vo de la músi­ca cel­ta. Junto a la ins­tru­men­ta­ción, los con­te­ni­dos de las letras son un aspec­to que carac­te­ri­za a la Música Celta, inde­pen­dien­te­men­te de que se pue­da fusio­nar en mayor o menor medi­da con otros esti­los o géneros.